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Segui mi camino, siempre con el corazon apesarado por el zanate. Volvi a distraerme, segui caminando y al acercarme al zanate me asuste tal cual hubiese visto la rata. Y entonces yo Lucy en la Tierra abri los ojos para darme cuenta que la rata no era un zanate y que el zanate era una bolsa de plastico.
Ame ese momento que he sentido antes, y recorde que mi mente puede convertir ALGO en TODO.
1 comentario:
Cada día me sorprende más el poder de la mente. Qué bonita la historia. Y qué bien que no creyeras que fuera una bolsa de plástico primero, para luego encontrar una rata o un zanate. jeje.
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