Páginas

viernes, 22 de octubre de 2010

“Recordá”, y yo recordé

Sentirse mal con una misma siempre sucede. Y sucede porque estamos acostumbradas ver lo malo, lo que no hicimos, lo que nos falta; acostumbradas a que nunca daremos la talla, nunca daremos gusto, nunca seremos lo que otros quieren.

Así me he sentido por mucho tiempo, siempre queriendo dar para todos y todas, nunca para mí. No me doy tiempo para disfrutar de mi misma, de mis aficiones, de mis manías, de mis desayunos, almuerzos y cenas, y las toñas.

He pasado dos semanas devaluando lo que tengo y peor aún, lo que deseo. Y hoy, al escribir esto, me he permitido ver el otro lado de las cosas y abrirme a las sensaciones que me he estado negando.

Me dijo Scarleth, entrañable amiga: “recordá que atraemos a nuestras vidas todo aquello que sentimos, pensamos e imaginamos”, y yo recordé. Entonces, me he propuesto hacer –aunque me costará mucho- lo que ha posteado en el Facebook de Yo Soy:

 Carta de Violet Trefusis a Vita de Sackville- West
"Se malvada, se valiente, emborráchate, se imprudente, se disoluta, se despótica, se anarquista, se una fanática religiosa, se una sufragista, se lo que quieras, pero por piedad selo hasta el límite. Vive, vive plenamente, vive apasionadamente, vive desastrosamente au besoin [si es necesario]. Vive la gama de las experiencias humanas, construye, destruye, vuelve a construir. ¡Vive, vivamos tú y yo, vivamos como no ha vivido nadie hasta ahora, exploremos e investiguemos, avancemos sin miedo por donde hasta los más intrépidos han titubeado y se han detenido! […]"
 Octubre de 1918

Este post me ha conmovido hasta lo más profundo, porque me hace sentir todo lo que puedo ser y hacer, donde puedo estar y disfrutar. Así, pues, este será ahora uno de las estrofas que mantendré pegada en mi pizarra de corcho, parar recordar cada día que la vida es más que dar, es más que sentir dolor y es más que tristeza... que la vida es pasión.